Ramon Soto Cea

En la tarde del 8 de septiembre de septiembre de 2016 concurrí para atenderme al centro médico conocido como MULTIMEDICAL ubicado en la comuna de Maipú. Pedí hora de forma urgente, pues la necesitaba por un sangramiento interno que se presentó el fin de semana anterior donde llegué a estar atendiéndome en la asistencia pública del hospital el Carmen de dicha comuna y por lo cual necesitaba de un profesional especifico, ya que el médico tratante en la posta me derivó con una interconsulta. Pedí la hora para la especialidad de "proctología" y me dieron con Angélica Chomón, profesional en el asunto según reza su título. La hora solicitada fue dada para las 17:15 y llegué al lugar holgadamente a las 16:50 y con ello hice todo el trámite con tranquilidad y me puse a esperar como corresponde. Fue en ese momento que vi que una de las personas que llegaron después de mí se atendió primero que yo y ya eran las 17:25. Fui al mesón de atención y comuniqué el detalle a la persona que estaba en ese momento en recepción. Tomó el teléfono y se comunicó con ella y luego de hablar la persona me dijo que en breve me atendía, me senté y quince minutos más tarde me llamó. Fue ahí que inmediatamente me cuestionó porque le había interrumpido su atención anterior mientras que yo le estaba empezando a comentar porque venía a verla. Me interrumpió diciendo que ella antes de atenderme necesitaba aclarar el asunto. Le expliqué porque había pedido explicación en el mesón de consultas por la tardanza y me responde groseramente “es que usted puede llegar a las tres de la tarde y tendrá que esperar su turno no más pues y si no le gusta retire su dinero búsquese otro lugar”, le respondí sorprendido que necesitaba que me atienda que lo que me ocurría no era una cuestión sencilla y me respondió que ella necesitaba primero aclarar el tema, “pero ¿Qué desea aclarar señora?, lo que necesito es que me atienda por lo que vine” e insistió en su estúpido requerimiento. Le dije: “bien dejémoslo así, nunca me había atendido una persona tan descriteriada y mal educada como usted” y salí de su consulta. Puse un reclamo con las personas que me atendieron en el mesón, retiré el dinero y me fui.
No logro entender como una persona que es responsable de auscultar médicamente a pacientes, que emite medicamentos erradamente y sin exámenes previos (según expresan varios reclamos en la web), que tiene se supone posee un nivel universitario y una especialidad tan delicada como la proctología pueda ser tan obcecada y desequilibrada en atender a sus pacientes. Por lo visto no es el primer de los reclamos que veo de este personaje y seguramente no será el último. Solo espero que no llegue un caso de una persona con un problema mucho más delicado que el mío y la recete con negligencia y el paciente sufra consecuencias peores de las que venía al extremo de ser fatal.